La comunicación pública que se genera en una sociedad condiciona el espacio en donde se definen y discuten los asuntos que calificamos de interés público. La comunicación pública puede facilitar o entorpecer las discusiones sociales, y la participación de los diversos actores en ellas.
La comunicación pública determina la calidad de las relaciones sociales, al establecer las formas de acceso a la información y al ejercicio de las libertades de opinión y expresión en las discusiones sobre las preocupaciones y controversias de interés público. Es una condición para la participación de los ciudadanos en la construcción de un espacio público democrático.
La importancia que la comunicación pública tiene en la definición del espacio público, puede ilustrarse señalando: